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miércoles, 26 de octubre de 2011

CESO EL BLOG, POR BAJA AUDIENCIA, LO SIENTO POR LAS POCAS LECTORAS DE LA HISTORIA.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

CAPITULO VEINTIUNO.

Me quede allí de pie, hipnotizada por mis pensamientos, ¿que podía hacer ahora que lo sabia todo? .. no sabia que hacer, ni que decir. Ahora sabía que era el último hombre en la faz de la tierra con el que me casaría en estos momentos. En estos momentos si alguien me preguntaba que tal me encontraba, no sabría que podría responder.
- No serías capaz..- dije. Arthur me miró, no podre olvidar la cara de sufrimiento, todo esto se acababa. Y no por que nuestro amor no floreciera, si no por que el hombre lo tiene que destruir todo, tanto como la naturaleza como el amor de dos personas totalmente inofensivas.
- No sabe, Sr. Williams, lo que haría por usted, usted había conseguido hacer que me amaba y yo me sentía una vez en la vida con absoluta suerte y ahora, él,  quiere arrebatarme todo lo que tengo y no lo consentiré. Es más luchare con uñas y dientes si es necesario. Debería tenerlo en cuenta.
- Estos sentimientos son superiores a mi, y no puedo luchar contra ellos, pensé que le amaba por que descubrí a un hombre totalmente diferente al de esta misma noche, un caballero que hoy esta demostrando que no es.
Intento abalanzarse sobre mi con total agresividad pero Arthur lo evito. Sentía miedo, miedo a tener que pasar el resto de mi vida con ese hombre, sin amor y sin una gota de cariño. Es más no se que iba hacer si el alguna vez me agrediera como lo intento hacer en ese momento, por que allí estaba Arthur pero y..¿cuando no estuviera?
- Como se le ocurra ponerle una mano encima, aquí, en este instante se las vera conmigo Anthony, asi que tenga mucho cuidado con lo que hace.
- Es mi prometida.
- Es mi amante, a mi me ama. Por encima de todas las cosas, por usted y por vuestra unión. Ella me amara siempre lo quiera usted o no.
- Puedo decidir sobre ella, usted por mucho amor que se manifiesten, no valdrá para nada, absolutamente nada.
En ese momento no supe que hacer y grite, grite alto, para que ellos me escucharan de una vez por todas.
- ¡NADIE DECIDIRÁ SOBRE MI! Voy a acabar con estoy de una vez...
Y decidí una cosa, que decidiría mi futuro para bien o para mal, pero se que lo definiría para siempre jamás y todo sufrimiento se acabaría. No se si alguna vez me arrepentiría o de lo contrario, me alegraría, pero estaba decidida a hacerla.

domingo, 4 de septiembre de 2011

CAPITULO VEINTE.

-Emma .. - oía - Emma.. ¿ me estás escuchando? ¿estas bien? te has quedado paralizada.
- Si, si estoy bien -  Anthony me había cogido por la cintura y estábamos frente a frente, tan solo nos separaban unos centímetros. Estaba tan cerca.
- ¿De verdad? Si quieres, te dejo sola, para que puedas pensar con claridad. Sé que la decisión es difícil, pero se que escogerás la que más te convenga y sé que esa será la mejor para ti. Y por mucho que me doliese, por mucho que me enfadara, se que estarías feliz y eso sería lo más importante.
- Gracias, la verdad es que este momento Anthony, ¿por que lo puedo llamar asi no?
- Si, claro
- En este momento me gustaría estar a solas.
En ese instante me soltó y me dio un beso en la mejilla. Todos los momentos con Arthur pasaron en un segundo por mi cabeza cuando vi a Arthur a aparecer por el lago y ver que Anthony me besó. Todos y cada uno de ellos.
No quise alarmar a Anthony así que me mantuve en silencio hasta que ya estaba bastante lejos como para oírme.
Arthur estaba en frente de mi, mirándome. Nunca olvidaría esa cara. Rompí a llorar, esa cara de decepción y esa tristeza que reflejaban sus ojos al mirarme, todo eso, lo había provocado yo, en el hombre al que amaba, lo había engañado.
No me atreví a hablar, no podía parar de llorar y mirar esa cara, una cara en la que yo había dibujado esa tristeza. Parecía que el tampoco podía articular ninguna palabra.
Pasaron segundos, minutos y todavía seguiamos callados, hasta que intenté acercarme y al querer abrazarlo él se aparto.
- ¿Por que me haces esto Arthur? - decía mientras todavía tenia lágrimas en los ojos.
- ¿Que por que lo hago? te mande una carta sumamente secreta, que no ``podía´´ saber nadie de ella, y vienes con tu completo y absurdo prometido a nuestro encuentro especial, donde pensaba contarte que... bueno ahora, Srta Williams, le da lo mismo ¿no es cierto?
- No me da igual, le amo y todavía pienso lo mismo, pero es que Anthony es tan caballero, tan hostil y tan servicial, que me he creado una idea diferente de el y he pensado que lo amaba. Bueno mi cabeza a pensado que lo amaba pero mi corazón gritaba tu nombre, pero yo no he querido oírlo. Hasta hoy, al verte, he recordado todos nuestros encuentros, todos los momentos vividos, todos nuestras caricias, nuestros besos. Y todos esos sentimientos han recorido mi cuerpo hasta llegar a mi corazón donde no debian de haber salido nunca.
- Oh.. Emma, emma, emma, te amo tanto. - Me besó y nos envolvimos en una reconciliación, fue el beso más bonito de todos, al menos el más reconfortante. Pensaba que no volvería a verlo jamás, que se olvidaría de mi, que ya no tendríamos una vida juntos y eso me producía un temor incalculable. Cuando ese beso se acabó me abrazo tan fuerte, que no me pude escapar, aun que tampoco es lo que me hubiera gustado, estaba tan bien en sus brazos, tan segura, me sentía tan fuerte en ese momento. Que no lo volvería a soltar nunca. De eso estaba totalmente segura.
Pero dicen que todo lo bueno se acaba y si era totalmente cierto, en ese momento apareció Anthony y toda la dicha que tenía en ese momento se esfumó al verlo aparecer.
- Anthony...
- No digas nada, ya lo he visto todo... se que lo que te dije podría parecer cierto, pero no es así, no quiero verte feliz con otro hombre y menos con este... ogro - Arthur tenía las manos apretadas y estaba muy furioso, le cogí la mano y parecía tranquilizarse, pero no estaba muy convencida. - si no te casas conmigo, tampoco lo harás con otro hombre y de todo este asunto, el vencedor seré yo.
- ¿Y me llamas a mi ogro? A un hombre que solo puede pecar por amar a una mujer.
- Pues olvídate de ella, no la volverás a ver en un mucho tiempo.
- ¿Quien me lo va a prohibir? ¿tu ? - Arthur soltó una carcajada de burla, pero lo que dijo Anthony no lo esperábamos ninguno de los dos.
- Tengo mucha información, he estado investigando en tu cuarto Emma, deberías ser más lista, y haber dejado las cartas a buen recaudo, ¿sabes que tu padre estaría muy interesado en esto? - me enseño todas las cartas que Arthur me había enviado. En todas aquellas había un beso, un caricia y un te quiero. Y eso lo iba a romper él, Anthony, al que había creído amar alguna vez.


miércoles, 31 de agosto de 2011

CAPITULO DIÉCINUEVE. Siempre tuya, Emma.

Cuando desperté estaba toda mi familia alrededor, muy asustados, no sabía que pasaba así que yo también me asusté y pregunté que había pasado.
- ¿Que ha ocurrido, mamá?
- Te has desmayado Emma.
Cuando estuve un poco despejada, mire a mi alrededor y vi que Anthony tenía un papel de un color apagado y arrugada, pero al fijarme mejor, vi que tenía sangre en un lado de ella. Tardé unos segundos en saber por que estaban allí todos tan preocupados y a la vez enfadados. Habían leído la carta de Arthur. Todos, hasta Anthony.  Mi madre si percató de mi situación y sabía que yo me había dado cuenta de todo. En ese momento, interrumpió con un:
- Venga vayámonos todos, Emma tiene que descansar.
Al escuchar esto, Anthony permanecía blanco y quieto, estaba rígido. Parecía un simple estatua. Pero al final, se fue, pero seguía mirándome fijamente sin apartar la mirada. Eso me incomodó más, sentía que ese hombre me odiaba y yo no podía remediarlo. Había leído la carta y yo no sabía de la gravedad de aquello ya que no había leído la carta, por aquel inoportuno desmayo. Intente dormir un poco y después hablaría con Anthony y  aclararíamos las cosas.
Cuando desperté todo estaba oscuro, sería de noche y salí haber si alguien seguía despierto. Todo estaba solitario y oía los ronquidos de mi padre a kilómetros. Pensé Arthur me habría citado a esta hora en el lago y salí en su búsqueda. Salí corriendo de aquella casa, sabía que no estaba bien, pero no podía dejar de correr, mi curiosidad podía conmigo y con ella mi amor por Arthur.
Cuando llegué estaba allí, parecía que se habia dejado el pelo más largo, estaba más delgado y se había comprado una chaqueta nueva y ... ese no era Arthur. Cuando se giró, quería que se me tragase la tierra allí mismo, no era Arthur, habría querido que fuera el mismísimo demonio antes de que se apareciera en nuestro lugar Anthony. Allí estaba, mirándome fijamente como horas antes. Intente escaparme pero entonces:
- Espera, no huyas Emma, eres una chica con agallas, enfréntate a mi.
- Anthony yo..
- Tu, me has engañado desde el principio... todo esto ha sido una farsa y me has decepcionado.
- Pero yo..
- Lo que más me ha confundido de la carta, es que le comentarás ha Arthur, ese que se nombra caballero, que yo sería una buena opción y que reconsiderarías la oferta del cansamiento. ¿De verdad lo piensas?
- No lo se, estoy confundida, estoy enamorada de Arthur, pero tú, tú eres diferente y además me solucionarías la vida para siempre, pero..
- Ya lo has dicho, de quien estás enamorada es de él, pero dime un cosa ¿ Si era tan importante, donde está tu amor?
Es verdad, él había leído la carta y estaba allí, eso quiere decir que me había citado, pero él no había aparecido. Estaba confusa, tenía a mi futuro marido enfrente de mi pidiendome explicaciones sobre por que amaba a otro hombre que no fuera él y el otro hombre no había aparecido para ayudarme.
Era todo tan confuso y me quedé paralizada en medio del bosque y al lado del lago con el hombre con quien me tendré que casar, al que no amo, pero tendré que amar.



miércoles, 27 de julio de 2011

HASTA SEPTIEMBRE Y OS DEJO UN AVANCE.

 OS DEJO UN AVANCE DE LA PRÓXIMA TEMPORADA DE SIEMPRE TUYA :


ESO ES TODO, ¡HASTA SEPTIEMBRE! UN BESO.

viernes, 15 de julio de 2011

CAPITULO DIÉCIOCHO. Siempre tuya, Emma.

Cuando volví a casa, lo único que tuve las fuerzas necesarias para hacer, fue encerrarme en mi cuarto y derramar las lágrimas más dolorosas de toda mi vida. No sabía que hacer, mi cabeza estaba en un duelo más con mi corazón. Como decía mi madre ``entre la espada y la pared´´. Anthony tenía sus cosas positivas, tenia dinero, era guapo y me quería pero yo a él no. Arthur, tenía dinero, era guapo, me amaba pero lo nuestro no era posible aunque yo lo quisiera. Esa era nuestra desdicha.  Por una vez, pensaba en hacer caso a mis padres y casarme con Anthony, pero sería una desgraciada y no viviría mis días junto Anthony, como viviría cada segundo con Arthur. Con felicidad, amor y complicidad. No. Quería Arthur, pero no quería pasarme todo mi vida escondiendo mi amor por todos los rincones y engañar toda mi vida a un hombre honrado y bueno como Anthony.
Y me di cuenta de una cosa clave en toda esta historia, en todo este tiempo, había odiado a Anthony, por que no era Arthur, pero estos meses que lo he conocido parecía otro. Alguien divertido, ingenioso y agradable. Y me gusto ese Anthony, no se si sería una fachada o que quería engatusarme para intentarme convercerme para que me casara con él, pero la verdad es que me gusto y por eso había reconsiderado esa unión. Pero no podía pensar aquello, yo amaba a Arthur sobre todas las cosas y eso no lo podía negar nadie, ni el mismo Anthony.
- Pshh, Pshh, Señorita Williams... - oí en mi ventana. Era el criado de Arthur, hacía mucho tiempo que no había pasado por nuestra casa y hacía tiempo que Arthur no me enviaba cartas.
- Dígame - dije.
- Traigo una carta de mi señor, es urgente igual o más de la última que le di. Me tengo que ir, hasta otro día señorita Williams.
- Vaya con dios.
Abrí la carta muy nerviosa, hacía meses que no enviaba una carta a través de su criado, y era más urgente que en la carta en la que me explicaba sus sentimientos y sus intenciones de quedar todas las noches en nuestro lugar en el lago.
¿Que dirá esa carta? ¿Tan importante será? pensaba yo, no podía ni abrir el sobre y al final me corte con el papel del sobre y al ver la sangre, cosa repugnante, me desmayé.

martes, 12 de julio de 2011

CAPITULO DIÉCISIETE. Siempre tuya, Emma.


Estaba soñando profundamente cuando sentí una caricia en la mano, pero seguí con los ojos cerrados, habría sido el viento ya que estaba la ventana abierta pensé. Luego sentí otra caricia en el brazo, luego en la cara y al final en el pelo. Me aparté para el otro lado de la cama y me encogí como si tuviera frío. Miré de reojo a quien me había acariciado y por supuesto no era Arthur, pero tampoco era Anthony y eso me alivió, era mi madre que me estaba acariciando como si me añorará cuando todavía no me había ido. Abrí los ojos y ahí me la encontré llorando.
- Mamá, mamá ¿que pasa? - me asusté
- Nada hija, ya es la hora.
Sonroje y reí al mismo tiempo.
- Gracias mamá te quiero. Todo lo que estas haciendo por mi es admirable ¿quien lo diría? tú ayudándome a reunirme con mi amado, tú. 
- ¿Por que te asombras tanto? soy tu madre y aunque no lo creas, quiero el bien para ti.
- Gracias, gracias otra vez y si no te importa tengo que arreglarme para ir al encuentro. Te quiero - la abracé y se fue.
Fui al lago, a nuestro lugar, a nuestro encuentro había llegado un poco tarde así que supuse que ya estaba allí y acerté. Corrí hacía el y lo abrace muy fuerte. No lo volví a soltar en toda la noche. Hicimos lo mismo que la otra noche, hablar, besarnos, acariciarnos y abrazarnos. 
Así seguimos semanas, cada noche, no faltaba una noche que no estuviéramos juntos, meses, pero yo ya me cansaba de esa situación quería estar con el todas las horas del día, todos los días y todas las horas que quisiéramos sin esconder nuestro amor y enseñarlo al mundo, discretamente claro está. Pero yo era de otro y no podía ser de los dos.
Una noche de aquellas muchas habíamos dejado de hablar hace rato pero ninguno pensaba en hablar. Los dos estábamos pensativos, pensábamos en que íbamos hacer con lo que sentíamos el uno por el otro. 
- ¿Qué piensas Emma?
- Me temo decírtelo, pero no podemos continuar así toda la vida. No podemos esconder nuestro amor tanto tiempo y al final nos acabarán descubriendo.
- ¿Y que quieres que hagamos? no soy yo el que está comprometido.
- Sabes que hice todo lo posible por evitarlo pero mi padre está convencido que mi vida será mejor con Anthony.
- ¿ Y tu también lo estás?
- ¿Convencida?
- Si
- Pues no lo se Arthur.
Me equivoque de frase y arruiné la noche. Tal como dije eso Arthur no quiso escuchar más y se fue.
- ¿Donde vas Arthur?
- ¿No lo sabes verdad? todo lo que hemos pasado juntos, todo lo que nos amamos, bueno yo te amo y no quieres seguir aquí conmigo.
- No es que no quiera, ¡es que no debemos, no podemos seguir así!
- Si tu quisieras si podríamos.
Dio media vuelta y se fue. Yo me quedé allí sentada, pensando y llorando al mismo tiempo sin saber que hacer con mi vida.

jueves, 7 de julio de 2011

Dejadme agradeceros todo el apoyo.


MUCHISIMAS GRACIAS OTRAVEZ. MILLONES DE BESOS. LO SIENTO POR NO ESCRIBIR UN CAPITULO PERO ME GUSTARÍA MÁS AGRADECEROS ESTO Y DEJAR EL CAPITULO PARA MÁS TARDE. LO SIENTO (por el capitulo). ADIOS, Y ESPERO HABEROS ALEGRADO UN POCO CON MIS PALABRAS, EL DÍA.

martes, 5 de julio de 2011

CAPITULO DIÉCISEIS. Siempre tuya, Emma.

Cuando llegué a casa cerré bien la puerta y subí para mi cuarto. Todos estaban dormidos aunque eso ya no me importaba, por que mi madre sabía de mi desgracia y haría lo imposible por no casarme con Anthony.
Cuando me desperté por la mañana el sol estaba más radiante que nunca y yo estaba feliz, tan feliz como nunca. Bajé a la cocina cantando y desayuné. Todos estaban asombrados, mi madre que sabía por que estaba tan feliz, sonreía.
- ¿Que te hace tan feliz hermana? - dijo Emily.
- Que...que me casaré dentro de poco.
- Aseguraría que no es eso lo que te hace tan feliz
- Hermanita, no quieras averiguar lo que no debes - le dije susurrando al oído.
Y subí  a mi cuarto a seguir mi diario que con tantas desdichas me había olvidado completamente de él.
Querido diario, ayer viví un sueño. Se paró el tiempo con cada abrazo, con cada beso, con cada susurro. Pero el tiempo se paró solo un segundo, pero luego la vida siguió su curso y nos tuvimos que separar. Él es el  que me ayuda a respirar sin él no puedo ser yo misma. Él es la persona especial que siempre había querido, divertido, caballeroso, hermoso. Siempre está cerca de mi cuidándome, enseñándome que hay esperanza para nosotros. Que hay justicia y que pronto estaremos juntos y casados. Que está dispuesto ha luchar por mi o conmigo, los dos juntos. No se si esto tendrá que acabar algún día, si esto solo serán los recuerdos que van a quedar de nuestro amor. Pero mientras tanto, yo seguiré junto a él, soñando una vez más dentro de mi horrible pesadilla.
Cerré aquel diario y lo escondí debajo de la almohada. Saqué la última carta de Arthur y la leí de nuevo. Después de leerla cerré los ojos y me puse a recordar los momentos más hermosos que habíamos pasado ayer. Recordé toda la noche ya que la noche entera fue preciosa. Pero por desgracia me vino a la mente Anthony y que haría si me volvía a descuidar de alguna carta o el mismo diario. Tenía que andar con mucho cuidado hasta que todo se solucionara. Al final con tanto ojos cerrados, acabé durmiendo en la cama como un bebe en su cuna.

sábado, 2 de julio de 2011

CAPITULO QUINCE. Siempre tuya, Emma.

Eran las 10:30, todos estaban es sus camas y yo me estaba preparando para ir a ver a Arthur. Cuando bajé para irme salió mi madre para ver que me pasaba, cogí una bata que había por allí y me la puse encima.
- ¿Donde vas hija?
- A por un vaso de agua me he acostado con mucha sed.
- Vale. Pero cuando salgas a ver a Arthur cierra la puerta, que a veces no encaja bien.
- Yo.. ¿a quien?
- Lo se todo hija, dejaste la carta en el suelo de tu habitación, pero vi lo mucho que te ama ese hombre y no te dije nada. Intentaré hacer lo posible para que tu padre anule el matrimonio te lo aseguro. Me encantaría haber tenido un hombre que amara tanto.
- ¡Gracias mamá! .- y la abracé sonriendo.
Cuando salí encaje la puerta bien como me dijo mi madre. Estaba tan contenta, por una vez mi madre había pensado en el amor y lo más importante, ¡el amor había vencido!
Era una noche muy oscura y había luna llena. Cuando llegué no había nadie y me senté a esperar. Empecé tontamente a tirar piedras al lago, estaba tan aburrida y tardaba tanto.
Cuando alguien me cogió por los brazos y dio la vuelta acercándome a él lo vi. Estaba más guapo que nunca con los botones de la camisa desabrochados hasta media camisa y el pelo alborotado. Tenía también barba en su cara y andaba medio descuidado pero estaba muy guapo.
- Has venido ¿ me amas?
- Infinitamente. Pero júrame que siempre, que siempre estarás conmigo. Que no te irás,que me esperaras,  necesito que me lo jures por favor, nunca me sueltes, por favor.
Me besó apasionadamente. Sin duda el mejor de todos. Era más fogoso y tímido a la vez. Era especial. Un beso robado.
Pasamos una noche especial. Estuvimos todo abrazados, no nos queríamos soltar, no queríamos perder ni un minuto sin el calor mutuo sin estar juntos. 
Hablamos de tantas cosas de él, de mi, de nosotros. Pero sabía que eso se acabaría y llegó el momento de despedirse. Un beso más y un adiós sincero.
- ¿Mañana aquí a la misma hora? 
- Si, claro que si.
- Te quiero Arthur. Adiós.
- Una cosa Emma, - no me soltaba de la mano .-  Jamás me digas adiós, no quiero despedirme nunca de ti y adiós significa olvidar.
- Yo no quiero olvidarme de ti.
- No quiero que lo hagas, pero ahora te tienes que ir a mi pesar. Hasta luego Emma, Te quiero.
- Hasta luego Arthur, yo también.
Me soltó la mano y empecé andar girandome de vez en cuando para admirar su belleza por última vez esta noche.



viernes, 1 de julio de 2011

CAPITULO CATORCE. Siempre tuya, Emma.

Cuando acabe de leer la carta y reflexionar en lo que debía hacer bajé al salón para charlar un rato con mi familia. Y allí estaba él, Anthony, mi prometido. Cuando lo vi, cambié de pensamiento, pero en ese momento cuando pensaba en subir otravez arriba, mi madre, mi adorada madre me vió y me reclamó :
- Hija, mira quien ha venido a verte es Anthony ¿ Donde vas?
- A ningún lado, Hola Anthony
- Hola Emma. ¿ Por que no vamos a dar un paseo?
- Es que...tengo que, lavar la ropa, si eso.
- No pasa nada, para eso esta tu madre.
- Gracias mamá, muchisimas gracias. Como siempre tan servicial.
Mi madre sonrió, a lo que yo no. Salimos por la puerta y salimos a andar.
Estábamos callados ninguno quería comenzar una conversación sin ningún sentido, que no llevaría a nada. Pero el venció el silencio cuando más lo añoraba.
- Se que no te gusto, pero la confianza es fruto del tiempo.
- Eres igual que mi madre, por eso no he llegado a apreciarte ni un poco todavía.
- ¿Igual a tu madre? ¿En que sentido?
- La misma forma de pensar, los mismos errores y que solo pensáis con el dinero. En vuestra vida solo hay dinero.
- Lo más importante de la vida.
- Mejor acabemos con esto. Por desgracia ya tengo bastante por aguantarte toda una vida. Y perdona por la ofensa, pero lo siento así.
Me dirigí a mi casa y él se quedo parado. Entre y cerré la puerta para que no volviera nunca más, aunque eso sería imposible.

jueves, 30 de junio de 2011

CAPITULO TRECE. Siempre tuya, Emma.


Habían pasado unos días de aquella situación tan espantosa e irremediable. Ahora yo, apasionada del amor me iba a casar con un hombre sin amarlo. La verdad es que era muy guapo y si, tenía más dinero que Arthur pero no me importaba. Ese hombre era insoportable. Estaba obsesionado conmigo tanto que no quería que me acercara a nadie y menos a un hombre. Odiaba mi vida tanto. Odiaba no tenerlo a mi lado, no tocarlo, no abrazarlo y ... añoraba tanto sus besos. Apasionados y sorprendedores. 
Cada semana, a escondidas de mi prometido, me mandaba cartas y yo se las respondía. En ellas me explica los que hace cada día, sus pensamientos y sus sentimientos y me hace imaginármelo y es como....como si lo tuviera delante mio. 
Hoy me dijo que se iba a sincerar de algo muy importante y estoy impaciente por que llegue. 
- Srta Williams - escuché un susurro.- Srta Williams..
- Hola Will, ¿la trae? - dije, Will, era nuestro complice, el que nos traía y llevaba las cartas. Es un buen amigo de Arthur y ahora también lo era mio.
- Si, si ,si , aqui está, tome y no la pierda, es muy importante o eso me dijo Arthur.
- Claro, no la perderé se puede ir tranquilo, muchas gracias.
- Denada Señorita.
Abrí la carta y me senté en un sillón a leerla.
 Hoy, un día mas, sin saber nada de tí, Emma,  sin saber lo que haces, lo que piensas, sin saber absolutamente nada, sin saber si te voi a volver a ver.. Todo es tan dificil, y sé que no me merezco esto, no me merezco estar así, no paro de pensar en ti, no para de pensar en lo que estaras haciendo en cada momento, o lo que me gustaría que hicieras.. Me gustaría que te acordaras de mi, me gustaría que estuvieras deseando tanto como yo que llegara el momento para vovler a verme. La echo de menos, sus abrazos cálidos, sus besos suaves. En resumen te echo de menos a ti, a todo lo que tiene que ver contigo. Y aquí mirando al cielo a diez mil kilómetros de tus besos, me he puesto ha pensar en tí, en nosotros y quiero hacer una locura. La locura más grande y si lo conseguimos, la más satisfactoria. 
Emma, quiero proponerte que nos veamos, cada noche, en nuestro lugar especial en el que empezo todo, por favor.
Cuando toda tu familia se duerma e intenta no despertarlos huye, huye de aquella pesadilla y vive un sueño fugaz conmigo cada noche. Te necesito. Y se que tu también me necesitas. Estaré esperando tu respuesta hoy en nuestro lugar a las 23:00.
Siempre tuyo, Arthur.
Cuando terminé de leer aquella carta me quedé petrificada. No supe que hacer. Estaba en un lucha continua entre razón y corazón. Pero los dictados de mi corazón me dicen que merezco ser feliz, feliz con el hombre al que amo, así que asistiré sin pensarlo un minuto más.

miércoles, 29 de junio de 2011

CAPITULO DOCE. Siempre tuya, Emma.

http://mrs-darcy.blogdiario.com/img/emma2009.jpg



- Emma, cuidado, ¡me vas a dejar sin respiracion! - bromeó Arthur.
- Lo siento, pero no puedo dejar de abrazarlo. Aunque en parte tengo rencor por mentirme y no venir a nuestro lugar especial, ¡esta noticia es sublime!
- Oh, perdoneme Srta, tengo la recompensa ¿ por que no casarnos aquí? en nuestro lugar.. ¿ que me dice?
Dudé pensativa, ¿casarnos? fue la noticia más maravillosa que escuche de sus labios.
- ¿Casarnos? Demasiado pronto... ¿no cree? - pregunté.
- No claro que no.
- Pero si apenas nos conocemos.
- Tenemos toda la vida.
Sonreí, es verdad, la vida entera junto a el, sería maravillosa.
- Te eché tanto de menos. - continuó Arthur. - Todos los días pensaba en usted, Emma, tantos y tantos día y meses han pasado sin verla, que tengo ansia de usted. Es como si usted se hubiera quedado con una mitad de mi, con la más importante, con la que sin ella no podía vivir. Ahora puedo vivir sin esa parte pero no sin usted. Fue tan difícil respirar, y la cosa tan simple como hablar, sin usted a mi lado. - se arrodilló.- Aunque ya hemos hablado antes de esto. Señorita Williams ¿ aceptaría casarse con un torpe y malhumorado Señor Brandon y permanecer junto a él toda la vida?
- ¡DETÉNGASE! No puede casarse con él - oí una voz entrecortada en la distancia.
- ¿Quién es? - pregunté.
- Su prometido, al que su padre, me ha dado la bendición para casarme con usted. Soy un joven apuesto, con dinero y quiero una mujer digna para mi y la he encontrado. Es usted.
- Yo no..yo..
- Usted es mía ahora y lo será para siempre.
Arthur estaba callado y en su cara había una expresión de decepción y a la vez de amargura y rabia. Lo miré, nos miramos, con mi mirada, le explique que lo sentía, que yo no sabía nada de esto y que maldecía a quien había bendecido ese matrimonio concertado con un desconocido. Lloraba, lloraba desconsolada. No sabía que hacer y corrí. Corrí hasta llegar a mi padre.
- ¿Qué ha hecho padre? ¿ Que ha hecho? - dije sollozando.
- Lo siento hija, es lo mejor para ti.
- ¿ Lo mejor? ¿Mejor que casarme con el Sr Brandon?
- Pero... pero hija ¿no odiabas a ese hombre?
- ¡NO! no, no ,no ¡LO AMO! con todas mis fuerzas, es parte de mi y él me ama.
- Ya no se puede hacer nada hija.
- Pero..pero papá..
- Nada, hija, nada.

martes, 28 de junio de 2011

UNDÉCIMO CAPITULO.

Habían pasado bastantes años, concretamente dos. Lo había extrañado como la tierra extraña a la luna de día y lo seguía extrañando. En estos años habían pasado bastantes cosas, mi hermana menor había encontrado ha un hombre apuesto y con dinero y como era de esperar se había casado. Mi hermana intermedia también lo había encontrado pero lo llevaban en secreto por que el era pobre y no podía casarse con ella por que no podía costearselo. Si me preguntaran cuál de las dos historias me gustaría vivir a mi, sería la de mi hermana Emily, la mediana, que solo luchaba por amor, no como mi otra hermana que solo luchaba por más y más dinero.
¿Y yo? yo sigo esperando a Arthur cada día en aquel lago, pero él nunca llega. A veces me desilusiono, por que no creo que vuelva jamás, pero y... ¿si vuelve? si no me ve allí pensará que no le he esperado ningún día y ... en cambio, no quiero ni pensarlo.
Y cambiando de tema, esta noche nos había invitado a una fiesta muy lujosa y supuestamente provechosa para encontrar marido para mi según mi madre. Me arregle muy poco y salimos hacia allá.
Mientras llegabamos mi madre ya estaba diciendo que para encontrar al hombre de mi vida tenía que ponerme mucho más guapa, yo solamente me veía obligada a ignorar sus palabras.
Por fin llegamos y mi madre ya tenía unos apuestos caballeros para presentarme. Muy apuestos, pero más apuesto era su dinero. Pero mientras yo solo pensaba en Arthur, bueno,nunca había dejado de pensar en él.
Y vi algo extraño, vi a alguien muy parecido a él y corrí desconsolada dejando a mi madre con aquellos tres caballeros. En efecto era él con su bella prometida. Me había mentido y además no había ido a nuestro sitio especial. Me miro y corrí. Llegué a la puerta de atrás que daba a nuestro lugar y me senté allí sin más. Él se acercaba  por detrás y me dijo:
- Mi amor...
- Yo no soy nada suyo Sr Brandon y menos su amor - le interrumpí.
- Voy a acabar con esta farsa, por que... - su voz entristeció
- ¿Por que no me amas? - dije con lágrimas en los ojos.
- No. La amo como nunca, pero ¿no me podía casar con mi hermana, no? - su cara expresaba felicidad y ironía.
- ¿Su hermana es la que está ahí dentro?
- Claro. Mi prometida esta en Londres, esta me había extrañado tan poco que había buscado otro ricachón con el que casarse.
- ¡OH ARTHUR!- Le abracé tan fuerte, que lo dejé sin respiración, pero me daba igual, era mio, solo mio.

lunes, 30 de mayo de 2011

DÉCIMO CAPITULO.

- Voy a ir a la ciudad, solo por que quiero dejar el compromiso, por que no la quiero, la quiero usted y nada podrá impedir mi amor por usted.
- Si, el dinero.
- El dinero no es problema, si mi tío no me quiere dar su herencia, yo tengo mucho más dinero que la herencia de mi tío.
- Entonces ¿volverá por mi?
- Claro, volvería a por usted aunque estuvieras en la otra punta del mundo, volvería a por usted aunque no me quisieras..
- No diga eso, yo lo amé desde que lo vi la primera vez. Y no me trate de usted, me llamo Emma.
- Le digo lo mismo, me llamo Arthur.
Sonreímos, y me beso, pero está vez demasiado rápido para mi gusto.
Pasamos una bonita velada. Estábamos tan cerca, tan cerca. Me tocaba, me susurraba, me besaba. Le amaba tanto, tanto. Pero la velada se terminó y Arthur se fue para hacer la maleta. Estaba a un cm de Arthur y ya lo extrañaba. Cuando se fue, me quede desprotegida, sola y sin el amor de mi vida. Me quedé sentada un rato mirando fijamente el lago, él había sido testigo de nuestro amor. Y allí, todos los días, me sentaría hasta que Arthur volviera.
Cuando volví a casa, anuncié que no me casaría con el Sr Brandon y mi madre echó a llorar.
- ¿Por que lloras mamá?
- Una hija todavía en casa, y al final falleceremos y no tendremos nuestras hijas casadas - se lamentó.
- Mamá, algún día, algún día.
- ¿Como estás tan segura? - dijo con lágrimas en los ojos.
-  Hazme caso, solo lo sé - sin decir nada más, me giré y subí las escaleras despacio, sin ganas y destrozada por que no lo volvería ver en mucho tiempo, por desgracia para mi.

domingo, 29 de mayo de 2011

NOVENO CAPITULO.

Acudí a la cita. No me perdonaría por nada del mundo que se fuera y yo no lo viera por última vez. Nunca me lo perdonaría. Cuando llegué allí, todavía no había nadie pero a lo lejos vi una sombra que se acercaba lentamente. Cuando lo vi no supe que hacer. Se me acerco y..
- Srta Williams, no se lo que me ha hecho, que no puedo estar ni un segundo sin pensar en usted y me resigno a solo pensar en usted, por que no puedo dar un paso más. Mi condición y su posición me lo impide, pero ya no puedo más...
Se acerco mucho más rápido que la otra vez y mejor, mucho mejor. Sabía que hacia mal, pero ¿ y que?¿quién no comete un pecado por amor? Cuando paro de besarme dije:
- Sr Brandon
- Arthur , si me lo permite.
- Arthur, si usted me dijera que lo acompañase o si me pidiera matrimonio, yo...
- Usted diría que si, claro, pero no puedo hacerlo..
- ¿Por qué?
- Por que ya estoy comprometido.
- ¿Perdone? Me he entregado ha usted y usted..¿qué?
- Pero no la amo, ni la quiero ni le tengo aprecio, solo es un matrimonio concertado. Nunca había amado como ahora.
Lo interrumpí con lágrimas en los ojos.
- Entonces no estaría comprometido. Un hombre que lo promete todo, que lo tiene todo, enamorado de una campesina. ¿Cómo había sido tan estúpida? ¿cómo podía creer que un hombre que lo tiene todo se podía fijar en mi? ¡Oh Arthur!
- No es así, yo la ¡AMO! ¡LA AMO!
- Pero eso no es suficiente.
- Para mi si.

sábado, 28 de mayo de 2011

OCTAVO CAPITULO.

Volví a mirarlo, esta vez a los ojos, y cuando lo hice me fui corriendo hasta llegar a mi caballo. Fue tan bonito pero a la vez tan descarado, ni prometidos ni casados, ¿cómo podía haberme dado un beso? Tan recatado y orgulloso se rendía a los pies de una simple campesina ¿quién lo habría dicho?...Escuche llamarme, pero seguí con mi caballo, Pearl, hasta que ya no veía la casa.
Cuando llegué a mi casa no comí y me fui directamente a dormir. Quería olvidar todo lo que había pasado y lo más importante, que nadie por nada en el mundo se enterara de lo que había ocurrido.
Cuando me desperté, fui ha desayunar y ya estaban todos en la mesa.
- Hola hija, ¿has dormido bien? ¿ que hiciste ayer por la tarde? ¿y con quién?
- Son muchas preguntas para una sola respuesta.
. Nadie ha dicho que tengas que responder solo una vez y dime lo que hiciste.
- Fui hasta la casa del Sr Brandon con Pearl y despues de un rato charlando me marché nada más. Y si he dormido bien.
- ¿A casa del Sr Brandon? Por fin hija , por fin has entrado en razón.
- No he entrado en razón, solo me he..¿enamorado?
- Una hija casi prometida. Soy tan feliz.
- ¿Tantas ganas tiene de que me vaya? - dije sonriendo
- No digas tonterías Emma.
Dejamos aquella conversación para más tarde ya que no era nada preciso. Me levante para mirar por la ventana y el sol estaba tan bonito mucho más que días atrás. Cuando bajé la mirada, lo vi, pero no al sol si no al Sr Brandon. Tan elegante con esa camisa desabrochada por la parte de arriba que se lo veía solo un poco e pecho y con esos pantalones de color negros que me encantaban por que con ellos, parecía un hombre sencillo, sin lujos ni delicadezas. Salí al jardín antes de que el pudiera entrar en mi casa.
- ¿Qué hace aquí?
- Señorita, me quería disculpar por el descaro recibido por mi parte.. hacia... su .. es que.. verá señorita fue un impulso.. que no pude aguantar. - dijo nervioso.
- Disculpas recibidas. Si no tiene nada más que decirme.
- Si tengo una cosa más.
- No tengo todo el día.
- Me voy, tengo asuntos pendientes en la ciudad y no creo que vuelva a verla. Solo me gustaría verla una vez más, quedaríamos en el lago a las 5:00 , espero que venga y si no es así, me agrado conocerla Srta Williams y espero que encuentre alguien que la ame como yo.
¿Que debía hacer? Lo quería y pero y..¿si me volvía a besar? la verdad eso no me importaba, mi corazon lo deseaba y mi cabeza decía que debía hacerlo por última vez.

jueves, 26 de mayo de 2011

SÉPTIMO CAPITULO.

Habían pasado unas semanas después de aquel encuentro y yo todavía lo recordaba como si fuera ayer. Pero me preocupaba no haber sabido de él todavía. A lo mejor, no quería saber de mi, pero parecía extraño, es como si se lo hubiera tragado la tierra. Nadie sabia que le pasaba pero decían que no salía de su cuarto nada más que para comer y cenar. Así que me vi dispuesta a visitarlo y ver como se encontraba. A lo mejor, tenía un catarro y si fuera así quería estar lo más cerca posible.
Está vez fui a caballo, no tenía muchas ganas de andar, estaba cansada por que ayer no dormí apenas y tampoco estos días atrás.
Cuando llegue llamé a la puerta y salio el Sr William Tarner, su mayordomo, aquel que me había anunciado la fiesta del compromiso entre el hermano del Sr Brandon y su prometida a través de carta. Me dijo que el señor estaba indispuesto y que no quería visitas. Pero de repente se oyó una voz de fondo y William se retiró.
- Entre Srta Williams, esta es su casa. - me dijo él desde dentro.
- No quería molestar, solo venía haber como estaba, hace mucho que no se de usted y e preocupaba. - cuando le vi bajar por las escaleras estaba muy pálido y con ojeras, seguramente tendría un catarro bastante fuerte.
- No se tiene que disculpar, además me agrada su presencia, esta casa esta muy sola y a veces es agradable que alguien la visite. - me sonrojé, aun indispuesto no había perdido su gracia y eso me reconfortaba.
- Bueno, y ¿como está?
- Me encuentro indispuesto, no tengo ganas de comer y tampoco de salir. Hoy viene a visitarme el medico del pueblo...- tragó saliva y añadió- .. Señorita Williams, ¿Le importaría quedarse esta tarde a acompañarme? Temo caerme y que no haya nadie para sujetarme y quien mejor que usted - sonrió e igual que yo.
- No podría con su peso y su fuerza, pero espero servirle de una grata compañía.
- Eso no lo dude.
La velada surgió sin problemas, con nuestras adoradas charlas y con algún otro coqueteo. Empezaba a adorar a ese hombre, yo, que nunca había necesitado a alguien para disfrutar de un rato agradable, ahora lo necesitaba bien. Y pensar en como habíamos empezado. Solo pensarlo me dio risa y se me escapo una ligera sonrisa. A lo que me preguntó :
- ¿De que se rie Srta?
- De como hemos evolucionado.
- ¿El ser humano? ¿Eso le da risa?
- ¡Claro que no! - sonreí - Nosotros.
- De no querer ni vernos...
- ... A estar hablando como si nos conociéramos de siempre.
- Tiene razón. Como es la vida, que siempre quiere lo mejor para cada uno y por eso me ha tocado conocerla a usted.
- ¡Oh señor Brandon! No diga esas cosas, que me hace sonrojar. - miré el reloj que habia en la sala y me di cuenta que eran más de las 7.- ¡Señor Brandon que tarde es! Se nos ha ido el santo al cielo y tengo que volver a casa para la cena. Buenas noches y deseo que se recupere pronto.
- Gracias, pero.. ¡espere! quiero darle algo de despedida.
Y sin hablar más, se acerco lentamente y con delicadeza me besó. Me cogió desarmada, tan desarmada que no sabía que hacer. Aquel beso fue intenso pero dulce a la vez. Cuando nos separamos no daba crédito y nos quedamos callados un largo tiempo. Ninguno había esperado ese beso pero los dos queríamos hacerlo.
Beso entre Emma Williams y Arthur Brandon.

miércoles, 25 de mayo de 2011

SEXTO CAPITULO. Escuchame.

Cuando veía la casa ya lejos de mi, oí unos pasos y me asusté. Había oído que había un ladrón en la comarca y la gente de esta le tenía bastante miedo. Cuando lo tuve tan cerca que lo podía tocar...
- No tengas miedo- susurró, parecía el Sr Brandon, pero no estaba segura, no había oído muy bien.
- No me haga nada por favor.
- Srta Williams, sabe que yo nunca le haría nada - me giré, efectivamente, era el Sr Brandon. Me había seguido para hablar conmigo - Quisiera hablar con usted. Sé que no me portado bien y lo lamento, no era mi intención ofenderla, de verdad, créame, no quiero que no me vuelva a ver, no quiero eso.
- Una de cal y otra de arena. Soy una simple campesina ¿ por que le gustaría volverme a ver, si no soy de su tipo?
- ¿ Y quien le ha dicho eso?
Me quedé sin palabras, me había dejado atónita con su respuesta, no sabía que decir, era una sugerencia muy directa demasiado, diría por mi parte. Pero me gustó, al menos saber que se sugería a mi y no a otras.
- Me ha dejado sin.. nose como responderle Señor - contesté.
- No pretendía ofenderla otravez.
- Y no lo ha hecho, se ha sugerido muy directo, pero lo que me asombra en mi, es que no me ha faltado el respeto esta vez al contrario me agrado.
- Que alivio - dijo con cara de satisfacción.
Anduvimos por los alrededores de la casa charlando. Adoraba su inteligencia y su ingenio aunque solo detestaba su orgullo y su cabezonería. Pero si no tuviera eso, no sería él. Él, Arthur Brandon, era el hombre al que siempre había estado buscando.

martes, 24 de mayo de 2011

Cuando acabé mi historia del diario, me dirigí hacia el salón donde se encontraba mi familia, toda reunida. Parecía que me estaban esperando y si, lo hacían :
- Emma, ha llegado una carta para ti, es del Sr Brandon y como estabas tan ocupada arriba, aunque tu madre quisiera - se oyó una suave carcajada procedente de mi madre - no quisimos molestarte.
- A ver, dejenme ver.
- Querida Sr Williams
Ha sido invitada a un baile de compromiso, protagonizado por el Sr Brandon y la Srta Flox, que se unirán en matrimonio en Febrero. La fiesta esta propuesta este viernes a las 6:00 en punto. Espero que nos cautive con su presencia en la sala.
Un cordial saludo.
Sr William Tarner.
De repente la carta cayó al suelo. ¿Cómo podía estar tan ciega? ¿Cómo no pude ver que estaba comprometido? Dinero, belleza, todo lo tenía, ¿Cómo iba a querer a una sucia campesina? Me sentía tan despreciable, que decidí ir a la casa del Sr Brandon a preguntarle porque me había echo esto, por que se había sugerido y después...
- Pero hija.. - Oí a mi madre decir antes de mi marcha.
No tenía otra opción. Hablar con él seria lo más coherente, aunque tuviera que andar 1 milla para llegar a su adorable casa, no me cansaría, jamás. Realmente lo quería y no pensaba dejar que una oportunidad así se me escapara por completo.
Llegué y me abrió él:
- Srta Williams, que placer verla.
- ¿Placer? Ya veo que es usted bastante mujeriego, no le basta con su prometida, también quiere una amante.
- Mi..¿qué?
- Su prometida, la Srta Flox.
Empezó a reírse a carcajadas, con una sonrisa de oreja a oreja, cosa que me puso más furiosa aún.
- ¿Encima tiene el descaro de reírse delante de mi?
- No es eso Srta, es que no soy yo quien me caso, si no mi hermano, James Brandon.
- ...¿Perdone?
- Como lo oye, yo no tengo prometida, ni mucho menos esposa, así que no tiene que reprocharme nada.
- Es que como... bueno como... Sr Brandon usted... Lo siento.
- Ay, no pasa nada, ya se que fruto de su enfado, y no me ofendo. La prometida de mi hermano es una dulce campesina, yo no busco ese tipo de mujer en mi vida.
- ¡Pero bueno! ¿Otra vez con esa actitud? ... mejor que me vaya antes de que tengamos un disgusto.
- Pero Srta Williams, ¿en que la ofendido?
- ¡En todo! Todo lo que sale por su boca me ofende, todo lo que proceda de usted me ofende. No venga a buscarme a mi casa nunca más, ¡no quiero verle!
- Pero...
- No hay peros, usted siempre falta el respeto,  ``dulce campesina de campo, pero yo no busco ese tipo de mujeres´´ que se cree que somos ¿Animales?  No señor, no se lo tolero. Por que las campesinas también tenemos sentimientos y yo los tenia hacía usted, pero veo como es y cada vez más se desvanecen.
- Ah, siento que se haya ofendido y que mi manera de pensar no sea igual a la vuestra.
- Claro que no lo es y no lo sera nunca. Buenos días Sr Brandon.
- Buenos días.
Aunque estaba enfadada sentí un grande placer y satisfacción saber que no era el quien se comprometía, si no su hermano, James.

Cuarto capitulo. Escuchame.

- Buenos días Emma, ha venido ha buscarte un caballero, despierta venga, hace rato que te está esperando.
''¿Un caballero?'' pensé para mis adentros. ¿Quien podría ser? no había conocido a nadie especial en la fiesta, solo hablé con el Sr Brandon y nad... ¡El Sr Brandon! Me arreglé y salí corriendo, tan rápido, que casi tenemos un disgusto.
- Hola Srta Williams - en efecto, era él. Ahora, me agradaba su presencia, tanto que cuando me dijo lo siguiente- ¿Le importaría dar una vuelta conmigo por los alrededores?- acepte sin más.
- Adiós Mamá, me voy.
- Adiós hija, que te lo pases bien - y cerro la puerta.
Estaba tan nerviosa, que me dolía la tripa. Nos quedamos en silencio, yo mirándolo, era tan guapo, rubio de ojos marrones, con una ligeras pecas en su esbelto rostro. Y entonces dijo:
- ¿Qué mira Srta Williams? - y me pilló de improvisto.
- Le miro a usted y a la naturaleza de los alrededores.
- Y dígame ¿Quién es mejor?
- Sin duda, la naturaleza Sr Brandon - y le sonreí. El también lo hizo, suavemente primero pero con creciente intensidad.
- Es usted increíblemente divertida.
- Gracias. Pero solo intento mirar la vida de otro punto de vista, desde la felicidad.
- La admiro.
- ¿Por qué?
- Yo no sería capaz de hacer eso.
- Todos podemos, de una forma u otra, pero todos podemos ser felices.
- ¿Cómo puedo ser feliz solo?- Lo dijo en un tono bastante alto, por lo que Emma casi se asustó. - Lo siento, pero a veces pago mi soledad con personas ajenas a esto, disculpe, mejor me voy..- Me miró una última vez y se fue. Detestaba esa reacción en el, a veces era tan desagradable, que no me apetecía nada estar con él, pero a la vez era tan ingenuo y caballeroso, que me encantaba. 
Cuando llegue a casa todos me preguntaron por el Sr Brandon, no le hice caso y me fui a mi cuarto ha escribir en mi diario todo lo que me había pasado hoy, aunque no era mucho, para mi era suficiente.

lunes, 23 de mayo de 2011

LO SIENTO.

Hoy no puedo hacer el próximo capitulo. Pero atención
CAPÍTULOS 4 Y 5 MAÑANA
Aqui os espero. Un beso y gracias a todos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Tercer Capitulo. Escuchame.


Llego el gran día, el día de la fiesta, en el que espero conocer a mi príncipe azul. Me estaba dando los últimos retoques cuando oí ha mi madre hablar:
- Venga Emma, que llegamos tarde, baja ahora mismo.
Con rapidez baje a la planta de abajo, vi a mis hermanas muy bellas y lo mismo mis padres.
- Venga que nos estarán esperando, sobretodo el Sr Brandon - dijo mi padre.
- Si, Sr Brandon, está deseando vernos - Dije. Mi padre me miró y se empezó a reír.
- Eres muy chistosa hija, muy chistosa- y siguió riéndose.
Llegamos a la casa de aquel supuesto caballero y allí se encontraba todo el pueblo. Adultos, niños y adolescentes en una fiesta de bienvenida para un caballero, si se le podría llamar así. Los adultos y adolescentes estaban bailando y los niños jugando.
Yo bailaba con mi pareja, cuando vi entrar al Sr Brandon. Hoy parecia agradable. Pero cuando empecé una conversación con él, volvía a ser el de siempre.
- ¿Quiere bailar Sr Brandon?
- Después de lo que me dijo ayer señorita ¿ pretende que baile con usted?
- Si, lo pretendo. No importa la pareja en si, si no, el baile.
- Pues no lo pretenda, no pienso bailar con usted, señorita.
- Pues ahora que lo dice, no me arrepiento nada de lo que dije, es más, lo sigo pensando.
- Espero que cambie de pensamiento, en cuanto me conozca.
- Si usted me diera oportunidad lo haría.
- No se me es fácil hablar con personas que no conozco y menos bailar con ellas.
- Buenas noches Sr Brandon. Espero que pase una buena velada.
- Gracias, espero que usted disfrute de la fiesta.
Una reverencia, y no le volví a ver más en toda la fiesta. Menos mal, es tan estirado y tan engreído que seguro me hubiera desgraciado la fiesta con su presencia. No bailé con él, pero tampoco me atormento, es un hombre tan desagradable que la desgracia sería gustarle. Pero aún así ¿ por que me atormento?
Cuando acabo la fiesta lo volví a ver y no me pude resistir:
- Sr Brandon, perdoneme no quería ofenderle.
- Srta..?
- Williams
- Si, Srta Williams, he estado pensando toda la noche lo descortés que he sido con usted.
Sonreí. Me equivoqué con él no era como había pensado.Y descubrir como era me agrado.
- Espero verle más a menudo.
Se quedo mirándome pensativo y contestó:
- Ojala pueda. Y si me disculpa y sin querer ser descortés, tengo mucho que hacer antes de irme a dormir. Buenas noches, Srta Williams.
- Buenas noches, Sr Brandon.
Acompañé a mi familia hasta casa y después subí rápidamente con mi hermana Emily ha explicarle lo que me había pasado con el señor Brandon. Estuvimos hablando un buen rato y después cada una se fue a su cama y nos introducimos en un plácido sueño.

sábado, 21 de mayo de 2011

Segundo Capitulo. Escuchame.

- Buenos días, Emma, venga levanta tenemos que ir a casa del Sr Brandon.
- ¿ Quién es ese Sr Brandon?
- El primo de los hermanos Lawrence. Vamos desayuna y corre a vestirte arriba.
Corrí como si no me llegará el aliento. Me vestí y peiné un poco, no demasiado, y nos fuimos a la casa de ese tal Sr Brandon. Tan solo escuchar su nombre sentí, que podría ser el príncipe azul que siempre había buscado, pero esos pensamientos se fueron rápidamente de mi cabeza. ¿Cómo iba a pensar que un desconocido sería mi príncipe azul, si ni siquiera lo conocía? Además, sólo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona. Y creo que con él no lo conseguiría.
Llegamos a la casa, se veía que ese hombre tenia mucho dinero, casa bonita, jardín , esculturas... 
Entramos en la casa, lujosa como había pensado. Nos esperaba su mayordomo y después de que el mayordomo le llamará varias veces, salió. 
Era, era, era....
- ¡Oh señor Brandon! Que alegría verlo.. - Gritó mi madre.
- Hola Sra..?
- Williams, Sra Williams.
- De acuerdo. ¿Que ha venido ha hacer aquí?
Era un descortés. ¡ Pero bueno! ¿Quién se ha creído que es? Por mucho dinero que tenga, el respeto es lo primero.
- Hemos venido para pedirle que haga una fiesta de bienvenida, para que el pueblo le conozca y la reputación sobre usted sea mayor. . - siguió mi madre.
- De acuerdo la haré. Pero si me disculpan tengo mucho trabajo con la mudanza. Que tengan un buen día.
- ¡Pero bueno! ¿Así es como trata un caballero a unas damas?  - No pude resistirme.
Giró la cabeza para mirarme. Me examinó de los pies a la cabeza, al igual que yo a él. Nos quedamos callados un buen rato mirándonos a los ojos, se giró otra vez y se fue.
Cuando salimos por la puerta no pude resistirme y le dije a mi madre lo que pensaba:
- ¿Este insolente es el que quieres para nuestro futuro? 
- Este insolente te podrá cuidar muy bien durante el resto de tu vida.
- Eso es lo único que te importa ¿verdad?
- El amor es algo que se cultiva por los años, fruto de la confianza.
- El amor es algo que surge a primera vista.
- Venga señoritas vayámonos a casa, hay que hacer la cena Sra Williams.
Di un último vistazo a la casa del Sr Brandon, si se le podría llamar así y me di cuenta que había oído todo lo que yo había dicho. Por un momento, me avergonze de lo que había dicho, pero después al recordar sus frases y su cara sin ninguna expresión, pensé que había echo lo correcto.
Volvimos a casa. Otravez sin ningún exito en el amor. Pero pronto habría un baile y buscaría a mi eterno amor.

viernes, 20 de mayo de 2011

Primer Capitulo. Escuchame.

Era una mañana de primavera, yo, Emma, como tantos otros pintorescos días, me había levantado temprano para ver salir mi adorado sol por la mañana. Atónita, me quede mirando a un pajarillo, diferente a los demás, con unos aires de gracia que cantaba alegremente a ver salir el sol. Era diferente como dije antes, es raro, ver a un pajaro que no hace lo que los demás, que es libre, pero a veces, lo diferente es mejor que lo normal. Aunque no le di mucha importancia ese pajaro era parecido a mi. Yo diferente a todos los demás, sin marido, ni hijos y soltera feliz. Cosa habitualmente rara porque a mi edad y no voy a contestar a esta pregunta teniendo hermanas más pequeñas que yo, tendría que haber estado casada o comprometida, con hijos y con un marido con dinero pero sin amor. Pero yo nunca había querido eso.
La conclusión de todo esto es que ¡NUNCA ME CASARÉ SIN AMOR! Aunque estuviera deseando casarme no me comprometeria con nadie sin tener amor. Jamás de los jamases.
-Srta Williams ¿Qué hace ahi sentada? ¡venga vamos a desayunar!
Cuando entré por la puerta, me senté, y mi madre, totalmente ilusionada, no paraba de hablar, aunque no la entendía, porque estaba sumisa en mis pensamientos.
- Emma, atiende, dios mio, estamos aqui, ...Bueno como decía van a venir unos amigos muy intimos del Sr. Williams, y me enterado que tienen dos hijos magníficos. Guapos, altos y con mucho dinero.
- Mamá....
- Bueno hija, el dinero es lo más importante.
- No todo es el dinero Mamá, el amor existe y aunque tu no lo creas lo encontraré, cueste lo que me cueste.
-¿De verd....
Me levante de la silla y me fui. No aguantaba ni un segundo más con aquella conversación. Mis hermanas siguieron la conversación muy impacientes con mi madre. Ellas si estarían dispuestas a casarse por dinero, ¡oh!...pobre de ellas, nunca sabrán lo que es coquetear y enamorarse de un hombre, sin tener que ver antes su dinero.
Llegó el día más esperado, ¿ por mi?, no, por mi madre. Loca por casarme con alguno de esos dos caballeros, me presento a ellos, como un manjar después de una larga sesión de cricket. Me observaron y les gusto lo que vieron, desgraciadamente, a mi no. No me agradaba ninguno de aquellos caballeros, por mucho dinero que tuvieran. El primer caballero y el segundo caballero eran conocidos como los hermanos Lawrence.
Después de un largo día de absoluto aburrimiento, me enteré por casualidad, que los hermanos Lawrence tenían un primo interesado en vivir un tiempo en el campo, por que ya estaba harto de vivir en la ciudad.
Otro caballero, al que habrá que conocer. Espero que el, sea un apuesto caballero.
Desperté de mis pensamientos, para oir la voz de Emily:
- Buenas noches, Emma.
- Buenas noches, Emily.
- Buenas noches, Jane.
Y después de esto, volver a ahogar mis penas en los sueños de una soltera en busca del amor existente.

Amor mio.♥

Quiero empezar a escribir una novela, de amor por supuesto. Una novela de época, estar muy atentos, empezaré en un abrir y cerrar de ojos.
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Espero que os guste, demasiado como para seguir leyendola cada día.